'' Id como una plaga contra el aburrimiento del mundo''

Gente que me hace feliz.

sábado, 25 de mayo de 2013

Palabras hacia una persona que me dio gran cantidad de fortaleza

[ Las palabras se las lleva el viento, ya que no pesan, son ligeras ]


Querido abuelo

Estés donde estés, sé que tendrás en cuenta estas palabras, sé que tendrás el mérito de saber de la existencia de esta carta. Te has ido, y no me despedí de ti, aún no me creo que no estés aquí, a nuestro lado... Siento no haber estado estos últimos días de vida, hay tantas cosas que quizás yo pensaba que no sabías pero creo al fin y al cabo después de todo siempre te dabas cuenta de todo, eres un lince para todas estas cosas. Se me rompía el corazón cada vez que te costaba respirar y te daba las ''buenas noches'' y te sentías impotente para responderme, cuando me mirabas, tumbado en esa lúgubre camilla de hospital, y salpicaban dos lágrimas de tus ojos, yo me hundía y era cuando me apretabas fuerte la mano como diciendo: ''Eh, todo estará bien, tú eres fuerte, te quiero'', pero sé que con una mirada, un gesto o una caricia podías decir un mundo. Gracias por todo el cariño, se que en un pedazo de papel no podría decirte ni un 1% de lo que siento, de lo que te quiero emitir, esto es simplemente un pequeño prólogo para decirte que lo siento, siento estar bailando ahora mismo con la muerte... Quiero decir que sí, lo admito, llegó el día el cuál admito que estoy enferma, y que llevo un año y medio así, escondiéndome, llorando a solas, con la tez pálida y fría, levantándome centrada sólo en el problema, siempre he sido de esas personas que valoraban los pequeños detalles, pero poco a poco me sumí, dejé de ser yo y he llegado a este año bailando un vals con la muerte, con miedo a darnos pisotones, y ya estoy cansada de bailar, de aguantar , me tiemblan las piernas más que nunca... Pero no escribo esto para centrarme en lo otro. Abuelo, me cuesta decir todas estas cosas pero, te quiero, gracias, por todo, por cuidarme, aguantarme, aconsejarme, hacerme reír, picarme, gracias también por todas esas cosquillas, por mis esbozos de sonrisas, por que muchas de ellas son gracias a ti, todas aquellas comidas familiares, gracias por apretarme fuerte mis delicadas manos y hacer que recibiera fortaleza, por esas miradas de fuerzas, ánimos, por contarme todas tus historias, hacer que viviera millones de aventuras, por contribuir a hacer una chica que valorara los mínimos detalles, ya que en el fondo pesan mucho. Abuelo, siempre te recordaré.