'' Id como una plaga contra el aburrimiento del mundo''

Gente que me hace feliz.

sábado, 5 de abril de 2014

Damage

[En sus tiempos, las casualidades daban mejores resultados]


La rutina. Unos lo llaman algo aburrido. Otros una forma de vida (...)
Muchos se quejan de ella, que es la enfermedad del tiempo lento, de los sabores ya experimentados. Yo misma tengo una opinión sumamente distinta a la de todos los individuos que se dedican a respirar día a día.
Pero cuando vives tu propia rutina y te encuentras a una casualidad que te sorprende, que entra en tu vida y cambia tus esquemas, también cambia tus conceptos.
Me sentía de acero, pero él me debilitó. Todos aquellos días desde otoño me había dedicado a observarle la sonrisa, a comer palomitas delante de un monitor con una película española mal doblada, a saborear el amargo y rico café del bar más próximo, y se me olvidaba que mi intención de conocerle era simplemente de herirle, como a todos aquellos chicos que se creen duros y no dan de sí., pero la vida me sorprendió y sin darme cuenta comencé a quererle, cada día un poco más, como cualquier droga o adicción, sin darme la más mínima cuenta, engañándome a mí misma. Entonces fue cuando mi rutina se convirtió en lo más querido, sentía una enorme adrenalina y dopamina cuando le besaba o abrazaba al mismo tiempo que me hacía la dura, cuando sonreía o cuando simplemente se dedicaba a respirar o a fruncir el ceño, aquellos días lluviosos arropados mirando al techo, comiendo porciones de tarta a las tantas de la mañana, o colocando aquellas rebeldes sábanas. Seguidamente, también sin darme cuenta empecé a darlo todo poco a poco de mí, a dar lo mejor, a abrir la puerta de los pequeños detalles, sólo para ver como sonreía... No pedía nada más, sólo que sonriera...
Pero ningún drama acaba bien, algo que parecía vivir en otro mundo, desconectarme de la cruda realidad, y verlo todo más bonito hizo que me diera con aquel muro de titanio, aquellas lágrimas que sólo hacían que arderme en las mejillas. Dolía demasiado, era algo que no controlaba, que intentaba borrar y no me sentía capaz, era un dolor psicológico que se traspasaba al físico, que me ponía el vello a flor de piel...
Y volvió, como aquella segunda parte de un libro. Más fuerte, más llevadero, más sentido y sorprendentemente vivido, mi tiempo junto a él se hacía corto... Pero siempre hubo miedo.
Yo, aquella chica que creía ser dura, la locura personificada, con el afán de darlo todo por alguien, pero no un simple alguien, sino por él. Podría decir la típica afirmación que toda mujer dice: ''No sé que le veo para estar así'' pero no, yo sí, si lo veo.
Ante todo, ¿qué recibo yo? ¿Otro batacazo cuando se aleje de mí? Es como una llamada sin respuesta, una carta sin receptor.
Porqué tendría que pasar esto... ¿Porqué no das tanto como yo? ¿Porqué no haces todo por quedarte? ¿Por estar conmigo? ¿O pido mucho? ¿O es el caso de que he dado demasiado poco de mí? ¿O no llego a la altura? ¿Porqué no lo somos todo, cuando lo podríamos ser? ¿Por el simple hecho de que no estás preparado? ¿Porqué me sigues dando golpes? ¿Porqué sigues aferrado a tu pasado? ¿Porqué me hago a mí misma preguntas tan dolorosas y nunca contestadas? (...)
Querido amigo:
No le temas al tiempo, a su rapidez, a los días que parecen instantes pasajeros y segundos. No temas el futuro marcado por el presente, sólo vive el momento. Ahora es cuando tú eres mi presente, y pase lo que pase, como antes he dicho marcarás mi futuro y no será como una cicatriz, sino como un bonito tatuaje. No pienses en un "adiós" porque por muy dura que sea la palabra sólo será un "hasta luego" o incluso un "hasta pronto" o un vulgar "ahora vengo". Que las casualidades pueden desentrañar una nueva etapa en tu vida, una nueva experiencia, un nuevo sentir. Que querer es poder. No sólo es el simple hecho de respirar el presente, sino de acariciar el futuro. Buenas noches